No sé si hay una canción que ilustre y cuente mejor lo que es el acompañamiento, el estar ahí para otro, aceptando lo que le pasa y mostrando amor y calidez a la vez, como esta. Me parece una canción realmente positiva, que en su letra resume lo que uno espera de cualquier amigo que se precie, de su pareja, de algún familiar. Esas palabras que no siempre llegan o cuando llegan no lo hacen de la forma que necesitamos, sino envueltas en exigencias o juicios que en lugar de ayudar empeoran nuestro estado y nos dejan sumidos en una mayor soledad.
En ese sentido, aquí están las palabras justas.
Oh, ¿por qué te ves tan triste?
Hay lágrimas en tus ojos,
vamos, ven a mí ahora,
no te avergüences de llorar,
déjame llegar a ti (ver a través tuyo),
porque yo también he visto el lado oscuro.
Cuando la noche cae sobre ti,
no sabes qué hacer.
Nada de lo que confieses,
puede hacer que te quiera menos.
En este primer párrafo vemos un “darse cuenta” empático, un ver al otro, sentir lo que siente, invitarle a que acepte y esté en sus sentimientos (no te avergüences), pedir cercanía (déjame llegar a ti), pedirla desde la experiencia propia para conectarse con el otro (yo también he visto el lado oscuro, también he sufrido). Y una aceptación incondicional de lo que le otro siente (nada de lo que confieses hará que te quiera menos). Uau!
Estaré a tu lado (te apoyaré, me quedaré en pie a tu lado),
estaré a tu lado,
no dejaré que nadie te haga daño,
estaré a tu lado.
Así que si estás enfadado, pues ponte furioso,
no lo guardes todo dentro
Vamos, habla conmigo,
hey, ¿qué tienes que esconder?
Yo también me enfado,
bueno, soy muy parecida a ti.
Aquí se anima a expresar lo que uno siente, a sacarlo fuera (pura terapia!) Y a identificarse con ese sentir y dar con ello un acompañamiento al sentir del otro. Es genial que nos dejen sentir lo que vivimos, y que nos acepten en ello, sin imposiciones ni exigencias. Eso ayuda!
Cuando estés en pie en el cruce de caminos
y no sepas qué camino elegir,
déjame acompañarte,
porque incluso si estás equivocado,
estaré a tu lado,
estaré a tu lado,
no dejaré que nadie te haga daño,
estaré a tu lado.
Incluso si estás equivocado, estás en tu derecho a hacerlo, es tú camino, es tu cruce de caminos, déjame sólo acompañarte, cuidarte (que no te hagan daño)
Méteme dentro, en tus momentos más oscuros,
y nunca te abandonaré,
estaré a tu lado.
Méteme dentro, ¡me encanta esta frase! El otro que nos cuida y nos quiere como asistente interior, para nunca sentirnos solos.
Y cuando, cuando la noche caiga sobre ti, cariño,
te sientes solo,
no estarás solo (por tu cuenta),
yo estaré a tu lado, estaré a tu lado.
No dejaré que nadie te haga daño,
estaré a tu lado.
Méteme dentro, en tus momentos más oscuros,
y nunca te abandonaré,
estaré a tu lado.
Estaré a tu lado,
no dejaré que nadie te haga daño,
estaré a tu lado.
No dejaré que nadie te haga daño,
estaré a tu lado.
Estaré a tu lado,
no dejaré que nadie te haga daño,
estaré a tu lado.
Méteme dentro, en tus momentos más oscuros,
y nunca te abandonaré,
estaré a tu lado.
Estaré a tu lado.
He utilizado en más de una ocasión esta canción para expresarle a un amigo/a mi profundo sentir por su estado sentimental, por su mala racha, su sufrimiento. Creo que transmite como ninguna algo esencial: no estás solo, te quiero y estoy ahí contigo, te siento conmigo y puedes contar conmigo pase lo que pase. Todos necesitamos que nos digan eso alguna vez para rehacernos, para centrarnos, y entonces hacernos con nosotros mismos. Todos somos nuestro centro y por tanto en nosotros está la salida, pero esa mano amiga, cálida y amorosa, es esencial para caminar por la vida.
Espero que la escuchéis y la utilicéis, que os ayude y os reconforte, aquí os dejo una de las que hay en Youtube con subtítulos en inglés y español.
Un abrazo a todos.
Francisco M. Cerén Gómez