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¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz?

Traumas del pasado

Tabla de contenidos

El peso silencioso del pasado.

Para quienes nunca han estado en terapia ni han considerado ir a un psicólogo, resulta sorprendente descubrir que hay personas que no les va nada mal con la realidad, y sin embargo, una parte importante de ellos no es feliz. Pueden tener buenos trabajos, haber creado buenos negocios, haber alcanzado el éxito incluso.

A veces, por simplificación, me gusta decir que hay dos tipos de pacientes: los más obvios serían aquellos para los que la vida es una lucha hostil y difícil. Sufren y mucho, pero además no consiguen entenderse con la realidad, claramente no viven bien.

Pero están también estos otros, los que trabajan, cuidan familias, crean, viajan, salen, etc… Tienen estructura, decimos los psicólogos. Pero eso no les hace felices.

Es aquí donde cabría preguntarse: ¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz?

No pararía de dar ejemplos.

Éxito e infelicidad.

Un hombre hecho a sí mismo.

Un hombre entrado en los 50 había creado una promotora y desde ahí diversificado sus negocios. Siempre había sido emprendedor y un trabajador incansable que buscaba ir a más. Ya lo había logrado. Pero… en sus 50 una mañana se sorprendió sin ganas de nada. Su mujer le habló de un acontecimiento importante que tenían que celebrar, el máster en el extranjero de su hijo. Pero él pensó: «me da igual, me da todo igual». Venía pensando eso ya desde hacía algún tiempo. Pero ese día, sin fuerzas, lo dijo en voz alta, y la mujer lo empujó a buscar ayuda profesional. A la semana siguiente entraba en mi consulta.

Una mujer extraordinaria.

Una mujer de extraordinario talento y sensibilidad, con una brillante carrera como funcionaria, vino a contarme sus terribles experiencias amorosas. Tengo éxito en el trabajo, se apreciar la vida, pero no tengo suerte en el amor, me dijo.

La fama no te cura .

Voy a poner también de ejemplo a un famoso del que en realidad no conozco su historia. A riesgo de errar, lo confieso, me voy a basar en un par de datos que he conocido de él. Me refiero a Jim Carrey. El famoso actor cómico que ha hecho reír a muchísimos millones de personas. El chico que se hizo y firmó a sí mismo un cheque por 10 millones de dólares que debía conseguir en 5 años (¡y lo consiguió!). No hay mayor imagen no sólo del éxito, sino además de alegría, risas y felicidad. Y sin embargo, cayó en una profunda depresión. ¿Cómo es eso posible?

Un apego dañado.

Con estos ejemplos de lo que quiero hablaros es de que en muchos casos dentro nuestra está sembrada la semilla de la infelicidad. Pero no como una maldición que nos viene de nacimiento, no es eso. De lo que hablo es de cómo nos criaron, de qué forma crecimos. Es eso lo que puede explicar ¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz? Si quieres saber qué es el apego y sus tipos puedes encontrarlo AQUÍ.

Preguntas para identificar tu apego.

Traumas del pasado

Estás son algunas preguntas que te propongo para saber cómo fue tu apego

  • ¿Tuvimos seguridad?
  • ¿Nos sentimos amados?
  • ¿Fuimos aceptados y queridos por lo que éramos?
  • ¿Nos hicieron sentir insuficientes?
  • ¿Vivimos el rechazo?
  • ¿Acaso sentimos la necesidad de demostrar algo desde muy pronto?
  • ¿Tuvimos que ser los cuidadores de nuestros padres?

Podría seguir haciendo preguntas, y seguramente algún lector ya está identificándose con alguna. Pues bien, estas preguntas, y sobre todo sus respuestas, nos hablan de un apego dañado, y de algo dentro de nosotros que puede condicionar nuestra vida. Cuando eso ocurre, incluso en casos donde todo ha ido bien, incluso cuando hemos tenido una vida de logros y éxitos, puede ocurrir que esa semilla se abra paso y nos deje paralizados, llenos de dolor, incapaces de seguir.

Normalmente además, nos paralizamos cuando aquello que nos permitió seguir adelante ya se cumplió o lo logramos, pero sin embargo, sigue habiendo un gran vacío dentro.

Ese es el peso silencioso del apego, del pasado, que dejó sus raíces profundas en nosotros. En una entrada anterior os hablaba del apego y de la sociedad líquida, donde esa herida se ve aumentada. Puedes leerlo AQUÍ.

Tres historias de apego que dejaron huella.

Es la historia oculta de los ejemplos que he puesto, la historia en el pasado que en gran parte (no en todo, no hay determinismo) explica la depresión, la fractura de una vida que parece buena:

Cuando lo has dado todo y no queda nada para ti (El hombre hecho a sí mismo).

El hombre de 50 años que había logrado el éxito había tenido una vida de esfuerzo para proveer a su familia, para darles todo. Y eso había hecho, con cada avance, con cada aumento de su riqueza, había dado todo a los suyos. Pero no había tenido tiempo para construir una vida y una relación con ellos. Y ellos, todos, lo querían, pero lo veían como un padre u hombre proveedor. Un detalle importante era que este hombre apenas era capaz de disfrutar de algo para él, de ilusionarse con algo de verdad. A pesar de poder tenerlo todo, y de hecho tenerlo, nada le conseguía traer alegría.

Aquí podemos ver que la pregunta ¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz? tenía un razón oculta. Nadie, finalmente lo tiene todo. A este hombre le faltaba el amor a sí mismo.

Cuando no crees que puedas ser amada (Una mujer extraordinaria).

La mujer de carrera brillante y fina sensibilidad había sido maltratada y rechazada por sus padres. Le habían hecho sentir alguien no digno de recibir amor. Cuando los que más han de querernos nos hacen sentir que no merecemos ese amor, es fácil entrar en relaciones donde no nos quieren y aferrarnos a ellas, seguir ahí esperando lo que probablemente nunca llegará. Y eso… no es mera mala suerte en el amor, tiene su historia y su sentido.

¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz? se preguntaba también mi paciente. Pero sin realmente creer merecer un amor real, no podría fácilmente encontrarlo.

El niño que cuidaba de su madre (La fama no te cura).

En el caso de Jim Carrey tengo dos datos importantes que le marcaron en su camino al éxito desde una herida. El primero es crucial: Jim Carrey ha contado que empezó a hacer gracias y gestos con su cara para hacer reír a su madre, y así sacarla un poco de la depresión que padecía. Esto es clave, cuando un adolescente o un niño tiene que hacer de cuidador de su madre, una herida profunda puede abrirse paso. Quien debería ser fuente de seguridad ha de ser cuidado y además por quien necesita una madre presente.

Un segundo dato es que cuando Jim Carrey comenzó a tener algo de éxito el padre perdió su trabajo y se hundió en la depresión también y se sintió sin ganas de nada. Y eso marcó un poco el tono de aquel matrimonio.

¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz? se habrá preguntado alguna vez este famoso actor. Tal vez esa falta de amor y seguridad dejó un profundo hueco que finalmente ha salido.

¿Qué es lo que trato de contaros aquí?

Las huellas del pasado

Las huellas del pasado

Las huellas del pasado, si fueron profundas, no se borran fácilmente a pesar de continuemos con nuestra vida. Es preciso sanarlas.

La terapia nos ayuda a autoconocernos, y a comprender lo que no estuvo como debió y nos hizo daño. Sin juzgar, sin culpar, sin reproches. Fue así, pero eso nos lastimó. Y desde ahí y con consciencia de lo que somos, podemos crear un camino más sano, libre de esa semilla.

La terapia y el trabajo personal puede sacar esa semilla incrustada y liberarnos, si somos capaces de sembrar profundamente semillas nuevas.

Precisamente es la intención del curso ROMPE TUS MOLDES ¡CAMBIA! hacernos conscientes de esas grabaciones, esos moldes que están ahí, dificultándonos el cambio en nuestra vida, dificultándonos la libertad de ser.

Ante la pregunta ¿Por qué lo tengo todo y no soy feliz?, este curso te hace consciente de lo que faltó, y de cómo condiciona tu presente.

Puedes consultar de qué va en el siguiente enlace si te interesa o puedes escribirme. AQUÍ

Rompe tus moldes ¡Cambia!
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