No esperaba yo al iniciar mis sesiones y volver a consulta encontrarme con un aliciente tan grande para seguir al pie del cañón. STUTZ, el documental, me ha cargado las pilas.
La segunda quincena del mes ha sido de inmersión en la consulta, tras las vacaciones de navidad.
A mí como terapeuta reconozco que me cuesta salir de la consulta. Es mi mundo, un lugar al que pertenezco, una red de contactos a la que siento pertenecer, donde estoy engranado como en muy pocos sitios en la vida.
Andaba yo pensando en esto, y en el hecho del sentido de la terapia y la relación entre Terapeuta y paciente (Y viceversa); cuando de repente llegó a mi conocimiento la existencia de un documental llamado STUTZ (ENLACE). Hay una frase algo mística que dice que la vida nos pone delante aquello que necesitamos para aprender. O para afirmarnos en profundas creencias que a veces van contra parte de lo establecido. Ese es mi caso con el hecho de ser terapeuta. Y STUTZ ha venido a recordarme que no soy el único, ni el primero, obviamente, en entender la terapia como un compromiso profundo y existencial.
STUTZ (ENLACE) es un documental de Jonah Hill sobre el psiquiatra terapeuta PHIL STUTZ. Me sigue siendo curioso ese hecho de que tantos psiquiatras americanos hayan optado por la psicoterapia en lugar de vincularse casi en exclusiva a la psicofarmacología, como ocurre al menos aquí. El caso es que se trata de un documental espléndido, apasionante. Al menos para mí, que me entusiasma la psicoterapia y el crecimiento personal, así como la búsqueda de un sentido a la vida.
Pero STUTZ no es un documental sin más sobre la vida y el modo de trabajo de un psicoterapeuta. Es eso y es algo más, y ese algo más es lo que lo convierte en una obra maestra a mi parecer. Porque STUTZ es el terapeuta de JONAH HILL. Es decir, que un paciente, que es un actor famoso, ha quedado tan convencido y cambiado por el trabajo de su terapeuta que ha querido hacer un documental sobre su trabajo.
A lo largo del documental, desde muy pronto, se nos explican algunas de las herramientas principales del trabajo psicoterapéutico de STUTZ. A veces y en oposición a estas, se desarrollan conceptos vitales que nos suponen conflictos o dificultad, conceptos casi todos inherentes a la vida.
Aquí os dejo un índice de herramientas y conceptos desarrollados de forma amena, gráfica y con ejemplos, en el documental:
FUERZA VITAL,
PARTE X
CADENA DE PERLAS,
LA SOMBRA
LA INSTANTÁNEA
EL LABERINTO
AMOR ACTIVO
ACEPTACIÓN RADICAL
EL FLUJO DE GRATITUD
PROCESAMIENTO DE LA PÉRDIDA
Me parece muy a señalar el concepto y la importancia de las herramientas. Hace ya tiempo, y se ha agudizado en los últimos años, que la psicología se ha convertido en una tecnología científica que busca formas de producir un cambio. Puede ser un cambio interno o uno externo (ambos se influyen mutuamente casi siempre). El método de producir una forma de ejercitar una técnica concreta y que eso nos facilite superar o ampliar nuestros esquemas de conocimiento y conducta es lo que venimos a llamar HERRAMIENTA.
Tienen la virtud de darnos perspectiva y alejamiento del problema que nos invade, condiciona o afecta. Y luego, de permitirnos ensayar un cambio, a veces un cambio inmediato, que logra que podamos experimentar algo diferente. Eso no quiere decir que ya se haya consolidado, pero es el comienzo del camino hacia ello.
Lo que más me ha gustado de este documental, extrañamente, no ha sido STUTZ. Y mira que me ha gustado mucho eh? Pero aún me ha gustado más su paciente.
Hay una escena sublime de la que os voy a hacer SPOILER. Al comienzo del documental y ante varias preguntas de HILL, STUTZ le pregunta a él sobre su experiencia. De entrada HILL se niega a responder. No quiere que el documental sea sobre él ni su vida. Pero es justo ahí donde aparece una de las mayores grandezas de esta pieza de arte terapéutica. ¿Cómo puede existir un terapeuta si no hay paciente? Propiamente, es lo que se ve implícitamente en esta obra, no puede.
Me ha hecho pensar en tantas cosas ese hecho. Por ejemplo en mi presencia en instagram, y la de muchos colegas. Nos dedicamos ahí con mejor o peor arte y suerte, a transmitir conocimientos y experiencias. Pero eso, propiamente, no es el meollo de la terapia. Porque esta se da en un proceso único que discurre en la relación entre el paciente y su terapeuta.
HILL lo comprende, y nos sorprende profundamente cuando en la siguiente parte del documental aparece cara a cara ante la cámara, con su terapeuta al lado, y decide abrir los hechos de su vida para que a partir de ahí el documental no sea una mera sinopsis de las herramientas de STUTZ, y pase a convertirse en un proceso de terapia en vivo, donde se cruzan experiencias mutuas y todo va siendo hilvanado también por la relación que tienen ambos, de años de terapia.
Esto que os acabo de contar me ha atravesado. La honestidad, la valentía y el conocimiento profundo del paciente. El paciente convertido en terapeuta.
Y la cosa no acaba aquí. Avanzado el documental (viene otro SPOILER) HILL llegará a arrinconar a STUTZ ante un hecho de su vida: su relación amorosa. Pero arrinconar no es la palabra. HILL lo pone frente a una contradicción pero lo hace desde la fuerza del amor que siente a su terapeuta, y el deseo (lo dice explícitamente), de que sea feliz y tenga una vida plena. Y esa presencia y estar producen un cambio en STUTZ, que decide cambiar las cosas en su vida real.
Maravilloso. Simplemente maravilloso.
No os ocultaré que he visto el documental emocionado, cargado de energía y con lágrimas en los ojos. Cuando apareció esa parte en que de repente y por un rato el paciente se vuelve terapeuta, me vinieron a la mente las veces que eso me ha ocurrido a mí. Muy especialmente me vino la última, en que una paciente maravillosa, valiente, honesta e inteligente, me confrontó por la forma en que me estaba castigando por la diabetes de mi hijo.
Hablo de una paciente dulce y tierna. Pero en ese momento y desde la confianza, no dudó en lanzarme preguntas muy fuertes y afirmaciones que me sacudieron (¿A quién ayudas con eso? Eso no te hará ser mejor padre… qué preguntas y afirmaciones tan potentes). Aquella sesión durante unos minutos fue inversa, y me hizo un crack profundo. Gracias.
La terapia es un acto profundo y difícil de encerrar en un encuadre rígido y medido. Si quieres que la vida entre en la terapia para comprenderla, has de hacer de la terapia algo vivo (ENLACE), real, auténtico.